El tratamiento de hidratación facial es un procedimiento destinado a restaurar la humedad y el equilibrio de la piel, proporcionando una hidratación profunda y duradera. Este tipo de tratamiento es esencial para combatir la sequedad, la tirantez y la falta de luminosidad, problemas comunes provocados por factores como la exposición ambiental, el envejecimiento y el estrés. Mediante la aplicación de productos ricos en ingredientes hidratantes como ácido hialurónico, ceramidas y antioxidantes, se busca mejorar la capacidad de la piel para retener agua y fortalecer su barrera protectora. Además, puede incluir técnicas como masajes, exfoliaciones suaves y la aplicación de mascarillas específicas, que contribuyen a la penetración efectiva de los principios activos y a promover una piel más suave, elástica y radiante. Este tratamiento es adecuado para todos los tipos de piel y es especialmente beneficioso en condiciones de deshidratación severa, ayudando a mantener la piel saludable, nutrida y con un aspecto rejuvenecido.